28 ene 2012

Chronicles of a Magic World


La Santa Orden de los Dragones
Capítulo II: Bienvenido de vuelta a Capital Crow

El gusano de tres cabezas se alzó a lo alto de la caverna, aun cuando era grande  eso cabía perfectamente allí. Al tocar el techo las estalagmitas se estremecieron y unas cayeron al suelo pero sin dañar a los jóvenes. Ellos, que seguían asustados por la intromisión de la bestia, solo la observaban como si de un monumento se tratase. En la parte delantera del gusano podía observarse como los tres cuellos sobresalían al final de estos se observaban las tres bocas y solo un ojo por cabeza. El color plateado de la criatura reflejaba la poca luz que entraba en la caverna. Su parte trasera se perdía en uno de los túneles, por lo que no se sabía con exactitud cuanto medía.
-Estamos tan jodidos- Dijo Sea muy preocupado.
-Zaphire, préstale una espada estándar a Sea, y toma precausiones- Le dijo Kitsen
-¿Estás seguro?
-Necesitamos toda la ayuda posible, no sabemos de que es capaz esa cosa- Le contesto Kitsen

Zaphira a su vez, hizo un movimiento con su mano, y en un resplandor de partículas azulado, se materializo una espada larga y pesada, Sea se acercó para tomarla con sus dos manos y ponerse en una posición de batalla. Zaphira se alejó un poco de los dos, y quedó detrás de ellos. Sea se puso al lado de Kitsen quien ya había materializado su juego de espadas dobles, y su armadura para la batalla. Kitsen traía una armadura completa de caballero pero sin casco. Estaba totalmente cubierto.
-Zaphira, bendíceme con Velocidad, Alto Salto, y Extra Fuerza. No creo ser de gran ayuda si solo tengo una espada- Dijo Sea
-Tiene razón Zaphira, a mi también por favor- Dijo Kitsen
-Ok, déjenmelo a mi- les contestó Zaphire mientras juntaba sus dos manos y formaba un orbe de energía. Hecho esto, tanto como Sea y Kitsen fueron rodeados por un aura de color azul.
Los dos jóvenes se colocaron en posición de pelea y el gusano quien había permanecido casi inmóvil todo este tiempo, volvía a rugir.
Sea saltó primero, con espada en las dos manos se lanzó encima del gusano y le clavo su espada en el lomo, pero el gusano no reacciono de ninguna forma ni soltó sangre, sino que se sacudió para quitarse a Sea de encima. Kitsen se acerco a una de las cabezas que no estaba viendo a Sea. Le dio unos espadazos pero tampoco reaccionó de ninguna forma.
-¡Kitsen, aléjate!- Grito Zaphira

En eso las dos cabezas que estaban ocupadas con Sea la tiraron del lomo, y la lanzaron contra una pared. Luego se lanzaron precipitadamente contra Kitsen, aplastándolo y esparciendo una nube de tierra.
-¡Kitsen!- volvió a gritar Zaphira. Y así lo hizo varías veces, hasta que de donde surgió la nube de polvo pudo oírse una respuesta
-¡Fire Storm!- Se oyó gritar a Kitsen, y entonces ondas de fuego salieron de donde se encontraba y dispersaron el humo y dañaron al gusano quien rugía aun más fuerte que antes ante el dolor que le provocaban las llamas.

9 ene 2012

Chronicles of a Magic World


La Santa Orden de los Dragones
Capítulo I: El depósito de la torre subterránea

Kitsen se dirigía a encender las luces de la celda donde su antiguo amigo se encontraba. Había sido encarcelado hace más de 7 años cuando los traiciono. Kitsen venía a visitarlo por primera vez desde su encarcelamiento. Cuando encendió la luz Kitsen se sorprendió al ver que el que colgaba del techo, con unas cadenas en las muñecas, no era su amigo Sea sino una chica completamente desnuda de cabello negro y piel blanca como la nieve.
La chica estaba dormida. Pero a Kitsen no le importó ya que rápidamente manifestó su descontento por el “malentendido”.
-¡Jourse! ¿Qué significa esto?- grito el joven Kitsen de 25 años de cabello negro y gran musculatura. Los altavoces que se encontraban en las esquinas de la celda, cuya arquitectura no era más que un cuadro hecho de metal, se encendieron, dejando sonar un característico pitido ensordecedor.
-Se que puede ser un error Kitsen- Contestó Jourse por el altavoz –Pero las cosas no fueron color miel para tu amigo Sea, después de que el ya difunto Xoun le dictara su sentencia hace años
-¿Podrías explicarme entonces?
En eso, la inerte chica despertó y soltó una breve risa entre sus labios rojos y delicados.
-Es divertido, Kitsen, lo que nos hace el tiempo; Nos hace olvidar lo que somos, y a veces nos lleva hasta el borde de la locura
-¿Discúlpeme madame, nos conocemos? Por que, por lo general, no trato con prisioneros ni con individuos que infrinjan la ley
-Es natural que ya me hayas olvidado, aun que con esta forma nunca me conociste. Soy yo, Sea.- La chica levanto la vista por primera vez, y vio directamente a los ojos de Kitzen. Kitzen quedó paralizado al ver una marca inusual en los ojos de la chica.
-¡Imposible! ¡Sea! ¿Cómo demonios terminaste así?- El gesto en la cara de Kitzen era de total desconcierto
-¿Cuánto tiempo ha pasado, Kitsen?- Sea bajo de nuevo la cabeza para que su amigo no notara sus ojos mojarse un poco
-Ya son más de 7 años. Amigo mío.
-¿Amigo? ¡Ha!- inconformidad podía verse en la cara de Sea- Que palabras tan vacías ahora salen de tu boca.
-Sabes que todo eso fue necesario.
-¿¡Inclusive esto, transformarme en está mujer!?
-No lo entiendo, eso no estaba contempla…-Kitsen se vio interrumpido por Sea
-Xoun me hizo esto. Después de que me trajeron a esta celda, Xoun, se dio cuenta que la única manera de despojarme de mis habilidades mágicas era usar el hechizo de “Desfase astral” mientras me encontrara en un estado vulnerablemente espiritual.
-¿Y qué paso después Sea?- Preguntó ignorantemente Kitsen
-Me transformó en mujer, tomo mi virginidad y mis poderes.