5 abr 2012

Las leyendas de Glue


La Gran Isla Flotante
Aun recuerdo como mi padre me solía contar cada noche la misma historia una y otra vez, la misma historia que mi abuelo le contaba, y la misma que a éste mi bisabuelo le contaba; la misma historia que no me cansaba de escuchar una y otra vez y que por consiguiente me aprendí casi de memoria.
Según mi padre, mi bisabuelo fue uno de los fundadores del primer asentamiento humano después de que la Gran Isla Flotante, como antes se le conocía y mucho antes de que ésta se fragmentara en las cuatro islas que actualmente conocemos, se formara.
Las cosas en la tierra en ése entonces se encontraban muy incomodas, los gobernantes de las tierras bajas estaban en desacuerdo con los de las tierras altas pues pensaban que la Gran Isla Flotante, que había aparecido de quien sabe donde, tenía que ser gobernada por nadie más que los gobernantes de las tierras menos bendecidas por los dioses en esos tiempos; las tierras bajas que siempre se encontraban en guerra y siempre se veían escasos de recursos primarios, como alimentos y agua.
Pero quienes tenían la ultima decisión eran los hombres más fuertes, y no, no me refiero a los reyes de las tierras altas, sino a la máxima organización de justicia de aquellos tiempos.
La Orden de las Quimeras. Fundada sobre la primera Era de Estún dicen. Se especula que Estún, dios de la guerra y la justicia, los bendijo con el don de la inmortalidad y que por eso habrían de haber vivido todo este tiempo hasta la 3ra era de Estún cuando la Gran Isla estaba en disputa.
La orden falló a favor de los reyes de las tierras altas, como se esperaba, y les dio el permiso para que colonizaran la gran isla. No se hizo esperar el disgusto de los reyes de las tierras bajas. Entre ellos Mark Yuke un elfo de sangre pura que había sido desterrado por su padre Merry de Yuke, quien era uno de los Reyes de las tierras altas.
Mark quizo levantarse en armas en contra de La Orden sin victoria alguna. Su insensatez casí fue el verdugo de su muerte. Pero La Orden le perdonó la vida cambio de que eligiera un sucesor para su reino y que le dejara el trono inmediatamente. Mark así lo hizo y desposo a una chica de su proletariado quien luego se convertiría en la reina de Sálates.